Preciosa experiencia. Después de más de un año y medio parados por causa de la pandemia del COVID-19, el pasado 9 de octubre todo recomenzaba.
En nuestro local en Cobeña habría sido imposible, pues a día de hoy casi toda su superficie está destinada al almacén de nuestro proyecto de Apoyo a la Mujer Gestante (AMG) excepto un pequeño despacho para la atención al público. Pero aparecieron personas maravillosas de Daganzo que fueron abriendo el camino hacia esta nueva realidad. Primero fue Gema Rodríguez, socia fundadora de la Arboleda, voluntaria en varios proyectos y daganceña comprometida con su pueblo que nos conectó con Sara López. Sara, daganceña de toda la vida, conocedora del tejido social del pueblo y antigua exploradora nos hizo saber la necesidad de un programa como Pioneros y lo propuso a diferentes personas del Ayuntamiento de Daganzo. Luego Manuel Jurado, su alcalde, que se mostró abierto y cercano desde el primer día en que nos recibió y después Miriam Galán (concejala de infancia) que realizó todas las gestiones para dar cabida a Pioneros y firmar el convenio de colaboración. Muchas, muchas gracias a cada persona que aportó de sí para que lleguemos hasta aquí, pero por encima de todo, muchas gracias al pueblo de Daganzo, por acoger a nuestra Asociación y cedernos ese magnífico espacio.

Y una vez puesto en marcha, los protagonistas fueron los niños que iban llegando ilusionados a la hora de inicio. Natalia, directora del proyecto, Miguel Ángel y todos los monitores y sus ayudantes estaban una hora antes para que todo esté preparado. Ellos, todos voluntarios comprometidos con los valores que se enseñan, son los verdaderos soportes de la actividad. Veinte minutos después daba comienzo la sesión informativa para los padres e interesados, en la que Daniel presentó a la Asociación Arboleda y Miguel Ángel explicó el programa en general y detalló el primer trimestre. El acto se cerró con un turno de preguntas y respuestas y un presente para Miriam: la camiseta y la pañoleta de Pioneros de Daganzo.

Pioneros desarrolla un programa lúdico y educativo dirigido a niños de 6 a 10 años, que apunta a su desarrollo cultural y sus aptitudes. Desde la educación en valores y a través de actividades prácticas y retos semanales, se desarrollan las destrezas asociadas a la naturaleza y las habilidades sociales, todo enmarcado en un sencillo principio vital: «Trata en todo a los demás tal y como quieres que te traten a ti». Tiene lugar en la carpa frente al Puente de los Patos de Daganzo, los sábados de 11:00 a 13:00 hs.
Aquí compartimos las reacciones de algunos de sus protagonistas:
de Sara
de Miriam
¡Pero qué guay!